¡Todo cambio es algo nuevo!
- 01
- Feb
Todo cambio es algo nuevo, necesita de nuestra atención y conciencia. Haga del cambio un hábito sostenible! Todos queremos y hacemos cambios a diario. El cambio puede ser algo tan sencillo como cambiar de ruta en el tránsito porque hay una obra, construcción. Cambio puede ser dejar de comer algo porque ya no traen ese producto o porque está demasiado caro. Yo he dejado de tomar una marca de medicamento que me parecía muy bueno, porque ya no lo traen más. Claro, muchos de estos cambios podríamos hasta decir que son cambios banales. Sin mayor trascendencia. Lo importante no es el tipo de cambio.
Todos los cambios, banales o no comienzan con algo sencillo: un disgusto o una frustración: “¡ah, ya no van a traer más mi medicamento para mis alergias!”. Todo cambio, como cosa nueva, genera un disgusto que no es otra cosa más que un proceso de adaptación a un estímulo nuevo; ese estímulo puede ser una persona, una dieta, una rutina de ejercicios. Lo que sea.
La rutina nueva (el cambio) necesita de repetición. Todo aprendizaje lo requiere. Aprendizaje es convertir una situación (información) nueva en algo que nos es familiar porque lo podemos recordar con facilidad. El cerebro lo asimiló y forma parte del repertorio de cosas que sabemos y que usamos en el día a día.
Estas repeticiones crean algo muy importante: pasamos del enojo-frustración al uso-aceptación, con suficiente repetición, eso que llamábamos cambio y que parecía algo inusual se convierte en algo totalmente sencillo. El éxito es la repetición ininterrumpida y aquí llegamos a un punto vital de cómo los cambios se vuelven hábitos sostenibles: planificación. No inicie un hábito nuevo que usted no está listo para darle continuidad o no está listo para darle sostenibilidad.
¿Qué quiere decir esto? Hablemos de ciclos o de las famosas gráficas de “pie” de los programas de computadora. La gráfica muestra un círculo y ese círculo inicial se divide en “rebanadas” que representan un “ciclo” o una actividad. Cada rebanada requiere un porcentaje de energía del 100% con que contamos cada día. Tenemos que tener un manejo prudente de cuántos ciclos puedo tener abiertos a la vez, si tengo demasiados paso de de tener una experiencia agradable a subsistir= existir por debajo; o sea no estoy viviendo, sobrevivo y esa no es la idea.
La idea es que si quiero ir al gimnasio este año, debo saber si cuento con el tiempo-energía para sostener esa actividad por el tiempo necesario hasta que se vuelva un hábito. Algunas cosas con una o dos semanas ya son un hábito. Situaciones complejas requieren de más tiempo-energía. Sostener un hábito es importante para que luego el hábito lo sostenga a uno y nuestras elecciones funcionen a nuestro favor. Así como dispongo de tiempo-energía para el cambio nuevo, la parte del tiempo tiene que ver con cómo manejamos nuestro tiempo: todas nuestras actividades deberían estar en nuestra agenda, si no tiene agenda, la idea es que cada cosa que hace tiene que estar en la ecuación, de otro modo no obtendrá el resultado. Si tiene diez cosas que hacer en la calle y: no tiene un plan de ruta, no selecciona cuáles hacer primero por proximidad y no toma en cuenta el tráfico y la hora; con un alto nivel de certeza usted no logre su meta, se canse y se frustre.
Esta es la maravilla de agendar todos nuestros momentos: trabajo, comidas, transporte, reposo, sueño, pareja, hijos-hijas, lectura, tiempo para mi. Estos “agendables” son los ciclos de los que hablaba antes. Si su agenda está llena y llega al final del día con energía solo para cocinar y jugar con sus hijos se queda dormida, suena que no tiene mucha energía para abrir un ciclo nuevo. Si no lo puede abrir, no inicie el nuevo cambio. Lo único que logrará es la falsa idea que ese cambio es imposible y eso es una distorsión de la realidad basada en una mala planeación estratégica de su tiempo-energía.
¿Suena como algo que puede entender y hacer? Entonces cuide los detalles y disfrute un nuevo cambio, un nuevo ciclo, sostenga el hábito hasta que sea automático y así suceden las cosas en la vida. El cambio puede ser cualquier cosa “LOGRABLE”, perder peso, hace ejercicio, dejar de fumar, leer más o recuperar el hábito de leer, prestarle tiempo a los hijos, a la pareja, hacer cosas fuera de casa con la pareja. Es un malabarismo agradable, un malabarismo de amor y forma parte de la vida exigente que nos toca vivir.