Terapia de Pareja en un Mundo Cambiante
- 02
- Jun
De alguna manera u otra todos sabemos lo que es un pareja, más allá de si es una pareja heterosexual o del mismo (evitando la crítica y los fundamentalísimos); las parejas se comportan la mayor parte del tiempo como parejas.
Existen una gran cantidad de mitos en torno a la pareja, algunos de estos mitos los creemos como verdades absolutas. Mitos como “la pareja es para toda la vida”, “una vez te casaste, no te puedes separar nunca”, “si te casas porque estabas embarazada vas a ser la esclava de tu esposo”, “el matrimonio salva a las parejas”. Digo que son mitos primeramente porque no son el resultado de la experiencia personal; y el mito ganador: casarte resolverá todos tus problemas de pareja.
Experiencia personal tiene que ver con que yo tenga un conocimiento de primera mano en estas cosas; de lo contrario lo único que podemos esperar es sufrir por ideas o miedos que no son nuestros. Por otra parte, hay temas que son bastante claros y de los cuales hay bastante información; como embarazo sin matrimonio. Por alguna razón he visto muchas parejas que se casan “bueno, porque ya está el niño y para que tenga una familia, nos casamos”. Me gustaría saber lo que piensan las personas de esa afirmación.
Por supuesto que entiendo que la persona cuando lo dice es una especie de “acto de contrición” y que traer un hijo o una hija al mundo es toda una responsabilidad y debe haber un gran factor de culpa en torno a un evento como este. Lo único que no tengo claro es si “el matrimonio” es lo que esta pareja (si existe la pareja) y este niño necesitan. La idea de formar una familia surge como el resultado de una pareja que está enamorada, se aman, han aprendido a entenderse y a negociar sus diferencias, han compartido sus miedos y se pueden consolar-apoyar y este “colchón” de bienestar los hace querer formalizar la relación casándose o programando “proyectos de amor” o sea: tener hijos.
De alguna manera veo en mi consultorio personas que hacen problemas (ambos) en la pareja, en un principio basado en que las cosas no son como lo esperaban, tenían una idea algo oxidada y rígida del matrimonio y con pocas habilidades para negociar la frustración y la negociación. Estos elementos pueden dejar a la pareja totalmente paralizada o totalmente inútil. Muchas veces estos simples eventos van creando un potencial, como el ejemplo de la bola de nieve que va creciendo hasta llegar a un punto en el que hay que intervenir; pero, la mayor parte del tiempo es mucho de lo mismo. O sea, los mismos problemas que por la repetición llegan a cansar y aburrir.