¿Por qué hablar es tan importante?

Alguna vez se ha detenido a pensar qué ocurriría si todos a su al rededor asumieran que dado que usted es un adulto, debería o debe saber lo que se espera de usted y que hablar es un atributo fútil o redundante sobre la experiencia que está sucediendo (en la que estás o no estás). Y qué sucederá cuando este atributo del uso de la comunicación asuma que es suficiente para ti, ¿crees que como persona, como ser humano, como marido o como mujer esto te hace mejor?, tal vez pienses que no tiene nada que ver con ser mejor o peor.

Lo cierto es que todos y todas vivimos en realidades donde, existimos porque hablamos. Hablar: compartir, mencionar, crear una narración donde yo me experimento y te permito experimentarme; genera un campo de acuerdo o de mutuo interés, conde el hecho simple y sencillo de hablar se va transformando en algo tan particular. Se va transformando en cariño y el cariño es el elemento básico, es el alimento de las parejas. Vale, todos creemos que somos queridos porque estamos juntos y no es que repetirlo lo haga más real; hablarlo, simplemente elaborar sobre una idea en la que estamos disfrutando la oportunidad de estar juntos y conversar sobre algo, nos lleva a ser más nosotros y menos individuos que conviven.