Del mito de la comunicación
- 06
- Jul
Muchas personas llegan al consultorio diciendo que tienen problemas de comunicación y a veces creo que se refieren al hecho que hablan poco o no habla de lo que es importante; y es que es muchas parejas piensan que hablar es comunicación y es solo una pequeña parte.
Comunicación es todo, es la expresión de lo que vivo, siento, necesito, deseo. Comparto mis afectos. Pido lo que necesito, ya sea para pensar o para sentir. Cominicacion puede ser informar, pedir y sobre todo es compartir.
Es cierto aquello que vivimos realidades narrativas, o sea: vivimos una historia y vivimos dentro de una historia. Para los que les guste el cine hay una película que acá se tradujo al castellano como “más raro que la ficción” y es la historia de alguien que vive su historia y gracias a una narradora que habla en su mente lo que hace, logra estar atento a lo que por mucho tiempo hizo “en automático”.
¿Qué quiere decir eso que vivimos en una historia? Significa que sí se está en pareja la forma más rica de crecer es compartiendo experiencias a través de lo que se dice. Tiene que ver cuando dos personas se dicen lo que sienten. Al final resulta que estar en pareja no es para nada un ejercicio de economía de palabras; más bien todo lo contrario, es poderse expresar, hacer que la otra persona participe de lo que se está viviendo y de ese modo surge el intento de hacer que dos mundos funcionen, que dos mundos puedan comenzar a ser compartidos.
Otro de los mitos que como terapeuta me encuentro a la hora de trabajar esta cosa de la comunicación es que una de las partes de la pareja dice “pero es que yo no sé hablar, yo no sé decir las cosas que ella quiere decir”. Por lo general lo que hago después es que miro mis anotaciones y me fijo en cuál es su línea de trabajo y resulta que la persona trabaja en ventas; ahí me topo con lo que he venido a llamar rigidez cognitiva: los aprendizajes para una actividad, no sirven para la otra y ahí comienza la partición del cerebro como si fuera un disco duro que lo estamos dividiendo en partes.
Esto para mi es importante porque la persona tiene una experiencia real que hablar sirve, que hace saber lo que siente sirve y que esa “economía” de “ya hablé en el trabajo en mi casa no quiero hablar de nada” es lo mismo que si estuviera en el trabajo: no se produce, no se avanza, no hay comisiones. ¿Cuáles son las comisiones en pareja? Ser feliz juntos.